Crisantemo de fragancia suave

El Ciruelo chino, la orquídea, el bambú, y el crisantemo son los cuatro nobles en el ámbito del arte chino y suelen ser protagonistas principales en la poesía y la pintura de la antigua China. Como un ermitaño en la montaña, el crisantemo florece a pesar del clima frío y gris de finales de otoño. Hay un verso muy conocido del poeta Tao Yuan-Ming que también menciona esta planta diciendo “recogiendo crisantemos en la valla del este, y apreciando con gusto la montaña al sur”. Cada noviembre, el campo de crisantemos se convierte en un precioso mar blanco y dorado, con un aroma suave. El Crisantemo también es utilizado para hacer una bebida refrescante muy famosa en Taiwán.

El Crisantemo es una hierba perenne de la familia Asteraceae, originaria de la China continental. Esta planta prefiere un clima cálido y soleado, y un suelo franco arenoso es ideal para su cultivo. El crisantemo tiene baja resistencia tanto a la sequía como a la inundación, por lo tanto, la selección del terreno es muy importante: La meseta será más adecuada para el cultivo de crisantemo que la llanura. La producción de crisantemo en Taiwán se da principalmente en el municipio Tongluo en el condado de Miaoli y en los municipios de Beinan y Taimali en el condado de Taitung; siendo Tongluo el municipio con la mayor producción.

El cultivo de crisantemo requiere de un alto costo y de una alta tecnología. El espacio entre cada fila del cultivo y el ancho del surco tienen que ser exactos para asegurar una buena cosecha. Por un lado, si las plantas están muy cerca, sus flores no crecerán tanto y no tendrán un buen precio en comparación con los costos, pero por otro lado, si las plantas están muy separadas, puestas dispersamente, no habrá suficiente cosecha. De enero a abril, los agricultores crían los brotes del crisantemo y hacen estaquillado; en abril y mayo, las plantas se trasladan del semillero al campo; y de abril a septiembre, se pellizcan las plantas para fomentar la ramificación y reducir el tamaño de la planta y así evitar el encamado. Además, se requiere de una poda habitual para mantener la ventilación del cultivo.

Los agricultores del cultivo orgánico, no usan fertilizantes químicos ni pesticidas. En los nueve meses del periodo de crecimiento, los agricultores tienen que mantener la ventilación de las plantas, controlar las pestes y las plagas, y tratar de obtener suficiente cosecha. Al principio, la cosecha del cultivo orgánico sólo es un tercio del cultivo convencional: en el cultivo convencional, en aproximadamente 0,1 hectáreas se producen 180 kilogramos de crisantemo, mientras que en el cultivo orgánico sólo se producen 60 kilogramos.

Algunas fincas orgánicas organizan actividades para enseñar al público el proceso adecuado para la recolección de crisantemo; por ejemplo, hay que desinfectar las manos antes de empezar, no se deben recoger las flores que se han caído al suelo, y sólo se pueden recolectar las flores que estén completamente abiertas. Además, la recolección se debe hacer en días soleados, pues de esta manera las flores serán más fragantes. Después de la recolección manual, los crisantemos orgánicos se ponen a secar, convirtiendo aproximadamente diez kilogramos de crisantemos frescos en un kilogramo de crisantemo seco. El proceso de secado del crisantemo bajo el sol, tarda unos tres días, y con máquina a baja temperatura, alrededor de un día.

En la actualidad, un 90% de los crisantemos importados a Taiwán no son seguros para la salud. Afortunadamente, la gente sabe que es mejor consumir crisantemos cultivados localmente y de manera orgánica, sin perfumes, colorantes, o preservantes artificiales y libres de conservantes hechos con dióxido de azufre o lejía. Ahora bien, ¿cómo podemos diferenciar los crisantemos locales de los importados? A la vista, los crisantemos locales son más redondos, mientras que los importados son más planos. En el olor, los crisantemos locales tienen un aroma suave y los importados tienen un olor acre. Además, cuando se les echa agua hirviendo, los crisantemos locales mantienen su forma redonda y tienen un sabor dulce, mientras que los importados no mantienen su forma y tienen un sabor herboso y medicinal.

El cultivo de crisantemo en Taiwán ha tenido tanto sus tiempos de gloria como sus contratiempos. En su mejor momento, durante los años 60, el cultivo de crisantemo en Tongluo sobrepasó las 100 hectáreas. Sin embargo, en los años 80, cuando Taiwán pasó a ser una sociedad industrial, la población del campo empezó a emigrar a la ciudad; además, durante esta misma época, hubo un aumento en la cantidad del crisantemo importado, condiciones que provocaron que el crisantemo se convirtiera en una industria en peligro de extinción. Afortunadamente, gracias a los esfuerzos conjuntos entre el gobierno y el sector privado, La Oficina de Investigación y Extensión de Té y la Oficina de Investigación y Extensión Agrícola del Consejo de Agricultura, en el año 2015, tras 3 años de trabajo, se publicó un estudio sobre las características morfológicas del crisantemo y se determinaron dos variedades de crisantemo: Nieve Blanca y Crisantemo Dorado. En 2018, la Oficina de Mejora y Propagación de Semillas de Taiwán, utilizó semilleros donde se sembraron plantas más saludables, esto con el fin de reducir la cantidad necesaria de pesticida en los cultivos y mejorar la producción del crisantemo. Además, algunos agricultores jóvenes volvieron al campo para hacerse cargo del cultivo orgánico de crisantemo, el cual empezó a mejorar su precio, convirtiéndose así, en la industria de la esperanza.

De acuerdo con el Compendio de Materia Médica, el crisantemo tiene un sabor dulce y de naturaleza fría, es favorable para expulsar el calor del cuerpo, calmar al hígado y mejorar la vista. Además, el crisantemo tiene un aroma natural, lo cual lo convierte en un ingrediente muy popular en las bebidas. Aparte de utilizarse para preparar té, el crisantemo también se utiliza en diferentes tipos de cocción como sofreír, hervir, saltear, y freír.